Video
Don Leobardo Maldonado y su hermana Doña Pachita Maldonado
Fundaron antes de los años 20’s una tienda de abarrotes llamada “La Lucha”
Desde sus inicios fue un expendio de un buen café. A la muerte de Don Leobardo Maldonado y Doña Pachita, Don Agustín Martínez Cano, un comerciante del antiguo Uruapan y hermano de un próspero distribuidor de cervezas y cigarros Don Martín Martínez Cano, se hace cargo del expendio de café y lo mantiene durante muchos años.
Es hasta 1970, a la muerte de Don Agustín Martínez, cuando Doña Celia Martínez Maldonado se dedica de lleno a realizar actividades comerciales y empresariales siendo heredera de “La Lucha” comenzó a pensar en convertir su pequeño negocio en una empresa, siempre con la idea de que no desapareciera el comercio que su padre y abuelo habían mantenido frágilmente por cerca de 50 años.
Por ello con el impulso de su esposo e hijos se arriesgó y comenzó a comprar café directamente de los agricultores; adquirió equipo, contrató gente e instaló una pequeña infraestructura que le permitió independizarse en la producción de diferentes productos, estableció un proceso de producción masiva de beneficio de café, logrando con ello alcanzar una alta calidad y presencia en el mercado.
Principalmente con el café y el chocolate de metate, manteniendo la tradición de los abuelos respecto a un proceso artesanal y manual para sí ofrecer un café de mejor calidad y con el sello propio de “La Lucha”.
De 1985 a 1995 se instalaron tres sucursales y de 1995 a 2002 se lograron abrir otras tres sucursales, una de ellas en la ciudad de Morelia. A la fecha La Lucha cuenta con una matriz y doce sucursales Tiendas-Cafeterías propiciando con ello fuentes de trabajo y un mercado altamente competitivo.
“La Lucha” no solamente es un sitio comercial para la compra de café o chocolate de metate hecho a mano, considerados como los mejores de la región, también cuenta con una importante producción de repostería de alta calidad; además se puede comprar licores y cremas de distintos sabores, longaniza casera, charandas artesanales y dulces regionales.
El café de Uruapan, desde los principios del Siglo XX tiene un reconocimiento más allá de las fronteras por ser una tierra de buen café. Alfonso Reyes, el gran escritor mexicano, lo recupera en algunas de sus citas “Pese a que los años han propiciado otros cultivos en este valle, en Uruapan se sigue disfrutando de este producto con una estupenda calidad”.
En este mundo de competencia y tecnología, donde los grandes capitales son los que dirigen la gran mayoría de las instituciones; Café la Lucha ha tenido la capacidad de decisión y visión para arriesgarse y consolidar su negocio frente a grandes empresas de café soluble o cafés importados y de poder decir que los métodos artesanales siguen teniendo una importante presencia en los mercados regionales.